RETRATO DE UN JOVENCITO (1911)

Pintad un hombre joven, con palabras leales y puras:
con palabras de ensueño y de emoción;
que haya en la estrofa el ritmo de los golpes cordiales
y en la rima el encanto móvil de la ilusión.

Destacad su figura, bella, contra el azul
del cielo, en la mañana florida y sonreída:
que el sol bañe al sesgo y la deje bruñida;
que destelle en los ojos una luz encendida.

Que haga temblar las carnes un ansia contenida;
y que el torso, y la frente, y los brazos nervudos,
y el cándido mirar, y la ciega esperanza,
¡compendien el radiante misterio de la Vida!