REGALO

A mis hijos, (2021)

Dormían en mi memoria sus presencias.
Estaban desde siempre en las líneas de mis manos
y las manos de su padre los acogieron.
Ya conocía los sonidos de sus gargantas,
aclarando la existencia.

Los esperaba con el ansia del que aguarda una promesa,
como se espera al agua en el desierto,
llegaron y alimentaron nuestro hogar con sus sonrisas.

Penetraron con silencio la oscuridad y son luz.
Todo lo llenaron, todo lo colmaron.
Ahora sus cabellos se elevan en la noche,
como caminos ondeantes de sueños brillantes,
condensando en sus existencias el rayo y creando al universo.