AMOR ANIMAL

A Bonjo, (2025)

Aún siento latir tu corazón en mi mano,
tendida sobre tu pecho.
Los latidos rápidos del comienzo
dieron paso al ritmo pasible y calmo de la aceptación.

Hasta que, en un microsegundo, su ritmo paró,
dejándome la certeza de tu desaparición entre mis manos,
mientras mi mente solo gritaba:
ya no late tu corazón
¡te has ido!

Y contigo desaparecen mis ganas de levantarme en la mañana,
para abrir la puerta al mundo,
a nuestro jardín.

Egoísta de querer tenerte aún,
para verte pasar incluso si sufrías…
Egoísta por no aceptar que tu amor incondicional ya no está.
Tu presencia me salvó de mi dolor tantas veces,
y ahora solo me queda
un vacío indescriptible.
Te amo.